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Cuando se hace historia

La electrificación del parque automotor  continúa a pasos acelerados. Y para ciertos entusiastas estos cambios de tecnología  son sorprendentes. Para los fabricantes es algo mucho más difícil. No solo se trata de la adopción de nuevas plantas motrices, además se debe mantener la imagen y prestaciones de la marca y sus productos. 

En la industria automotriz no hay ningún otro emblema que se acerque a la identidad de los  autos que salen de la pequeña ensambladora en Maranello, Italia, la casa de Ferrari.  El nombre mismo ya es un sinónimo de velocidad, competición, y sonidos inigualables. El sueño de todos los pilotos de autos de carreras es de algún día poder pilotear una de estas maquinas rojas. La escudería cuenta con más historia y fans en la Formula 1. 

La marca también representa cierta exclusividad,  ya que Enzo Ferrari nunca quiso hacer carros de alta producción. Desde 1947 sus bólidos serian solo para un pequeño grupo de entusiastas como el mismo. 

Cada Ferrari debe existir dentro de ciertos parámetros  que incorporen no solo el DNA, pero las texturas y sonidos que exciten a todos los sentidos de una manera inigualable.

Con todo esto en mente, y con mucha ansiedad, recibí las llaves de la Ferrari más avanzada tecnológicamente en la historia de la marca. La nueva Ferrari 296 GTB es la primera en adoptar una planta motriz hibrida. Y esto mismo hace que se le pongan los pelos de punta a muchos fanáticos de hoy. Al mismo tiempo le abre los ojos a una nueva generación de Ferraristas jóvenes que entienden la necesidad de comenzar a hacer cambios para reducir la contaminación ambiental.

A través de mi carrera he podido manejar carros de Maranello con sus famosos motores V12 y V8. Estos crean una sinfonía única que transmiten una sensación indescriptible.  Ahora me toca conducir el primer motor V6 que es la culminación de lo aprendido en las pistas de San Marino, Silverstone, Monaco y Le Mans.  

Esta 296 GTB incorpora un V6 de casi tres litros de capacidad con turbos a cada lado que aceleran el flujo de la mezcla de combustible directamente a las tapas de cilindros. El motor denominado F153 gira a 8500 RPM. Los cilindros están inclinados a 120 grados reduciendo la altura del motor y utilizando un cigüeñal forjado de una sola pieza hacen que el sonido sea muy similar al de la Ferrari 812 con su motor V12. Desde el inicio los ingenieros se enfocaron en el “piccolo V-12” (pequeño V12) tratándolo como la mitad de uno de estos motores. El resultado es espectacular en todo sentido. Cada vez que lleve al motor por encima de las 6000 rpm, la sensación Ferrari llenaba el carro por completo.  Los 654 HP producidos por este motor lo hacen unos de los mas potentes motores en la historia de los motores convencionales.

Pero además esta Ferrari es un carro enchufable. Adopta la tecnología MGU-K hibrida que utiliza en su modelo SF F1-75 que corre por el campeonato mundial de Formula 1. Al igual que el monoposto incorpora un motor eléctrico entre la transmisión y el bloque del motor.  Este produce 164 HP de manera instantánea  que convierten a la 296 GTB en un misil sobre ruedas. Un total de 818 HP en el eje trasero que se deben respetar y controlar con cierta delicadeza.

La transmisión de ocho velocidades con doble embrague realiza un excelente trabajo para sacar ventaja de tanta potencia en todo momento. La interacción de los dos motores es fenomenal y nada de lo que me hubiera imaginado cuando me dijeron que esta Ferrari era hibrida.  Mas allá de los números y especificaciones, la sensación me dejo mas que conforme por que la 296 GTB se siente cien por ciento Ferrari.

El carro prácticamente se controla desde el volante. Alli mismo se enciende el motor y se selecciona el modo en que preferimos transitar. Las opciones son e-Drive, Hibrida, Performance y Quali ( como “clasificación” en las carreras). Una perilla en el lado derecho permite cambiar el sistema de amortiguación para minimizar la perdida de agarre de las ruedas. En el modo e-Drive el carro puede circular silenciosamente con su motor eléctrico en tráfico pesado o dentro de los estacionamientos.  En el momento que la carga llega a un mínimo el motor de combustión se enciende para recargar las baterías de iones de litio que están escondidas en el centro del carro.  En el modo hibrido, el carro me pareció uno de los mejores autos de este tipo con sistemas de dos motores. Aquí la tecnología reina y los sensores y computadora se encargan de proveer la potencia requerida para satisfacer al conductor. En ningún momento el carro titubeo o se sintió incomodo. El software debe ser impresiónate para poder actuar tan rápidamente y nunca bajar la guardia. Pero para mi la mejor opción es cuando deslizamos el pulgar en el volante y seleccionamos la opción Performance. Allí el carro se transforma instantáneamente y deja saber que se está encima de un bólido muy especial. 

Manejar este tipo de carro en Los Ángeles es algo interesante. El tráfico no permite que el auto estire sus piernas. Sin embargo la 296 GTB aprovecha el sistema hibrido para conservar la energía para esos momentos que de vez en cuando se presentan inesperadamente. Por otro lado, en los alrededores de esta ciudad se encuentran una docena de caminos de montaña donde se puede sobrepasar las velocidades de las atoradas autopistas. 

Es muy difícil controlar el ego cuando se está detrás del volante de un carro con silueta clásica similar a la Ferrari P3. El mismo color, un sonido similar, y el cavallino rampante en el centro del volante afectan el pie derecho de todos los seres humanos. Confieso que si sobrepase, de manera segura, la velocidad máxima permitida en el estado. Pero así pude comprobar la otra parte significante de este automóvil.

Potencia sin control es sumamente peligrosa. Otra vez la tecnología y un chasis corto calzado con los mejores neumáticos Michelin Pilot Sport  transforman al carro en un auto de competición.  La dirección es directa y responsiva. Los frenos de este carro es lo que mas me asombraron. A pesar de ser un carro de tracción trasera, la suspensión no deja que el auto se vaya de cola. El sistema abs con frenos de carbono detienen al carro como si uno tirara un ancla por la ventanilla. Los sistemas sincronizan todo para que el auto pueda frenar y acelerar de una manera casi diabólica. Pero todavía uno esta en control. Cuanto mas le pides, la 296 GTB te da mas.  Este no es un carro para todos. Es formidable, pero en manos de un conductor sin experiencia es tal vez demasiado rápida.  El sistema Side Slip Control (SSC) trabaja haciendo ajustes en milisegundos para ayudar con la conducción rápida. La aceleración de cero a 125 mph es de solo siete segundos. La cupe se siente cómoda a 100 mph como cualquier carro lo hace a 40 mph. 

Confieso que todas mis dudas de esta Ferrari hibrida desaparecieron en las primeras cien millas de conducción. Hoy el alto rendimiento ya no esta en la cantidad de cilindros. La tecnología ha superado casi los limites de los materiales físicos. La 296 GTB  es el futuro de la marca italiana. Combina todas las sensaciones de las Ferrari de los años 80 y 90 con la tecnología de la Formula 1 actual.  Es el primer carro, en esta nueva etapa de los exóticos enchufables, que me ha dejado satisfecho. Esta Ferrari, a pesar de la alta tecnología, me demostró que todavía se realiza un carro con el que se pueden controlar a todos los caballos con el pie derecho. 

Ricardo Rodriguez Long