La cuspide del lujo y el prestación en un SUV deportivo
Pocas marcas generan tanta reverencia como Aston Martin en la actualidad. Habiendo comenzado como un taller mecanico en Londres en 1913 bajo eel nombre de sus propietarios Bamford & Martin, el trabajo consistía en modificar automóviles para aumentar la velocidad de estos. El nombre de “marca” actual surgió después de competir con su propio automóvil en el Aston Clinton Hill Climb en 1915. En 1925, el taller cambió de dueño y se convirtió en Aston Martin Motors. Sinónimo de ingeniería de precisión, comenzaron a construir cupés muiy rápidas que eran livianas y hermosos a la vista.
Algo que hace especial a Aston Martin es su implicación en el deporte del motor, que se remonta a principios del siglo XX, primero con un legado en las carreras de resistencia y, más recientemente, en la Fórmula 1. Entre los éxitos notables de la marca se encuentran las 24 Horas de Le Mans, donde Aston Martin consiguió una famosa victoria en 1959 con el DBR1 conducido por Carroll Shelby. El campeón mundial Fernando Alonso es el piloto líder actual en el esfuerzo de Aston Martin F1.
Tuve la oportunidad de conducir el SUV más rápido y deportivo del planeta. Siguiendo a otros fabricantes de coches de las mas alta gama, Aston Martin lanzó su SUV e incorporó todo el ADN del automovilismo en el DBX 707. Rápidamente descubrí que no hay ningún competidor directo en el sentido de que éste, por razones prácticas, es un deportivo disfrazado de SUV. El director de ingeniería, Andy Tokley, me dio los detalles y las especificaciones la noche anterior a mi prueba, lo que me hizo dudar sobre cómo podría controlar la potencia de un auto de carreras en la calle.
Los números del Aston Martin DBX 707 son bastante impresionantes. En la parte delantera se encuentra un motor DOHC V8 Twin Turbo de 4 litros que genera 697 HP y 700 Ft/Lbs de torque. La potencia pasa a través de una transmisión de embrague húmedo de nueve velocidades que maneja los cambios de marcha en milisegundos. El DBX tiene su propio sistema AWD que proporciona una tracción óptima en todas las condiciones. Además, el sistema de suspensión adaptativa con resortes neumáticos y estabilizadores activos se pueden ajustar en un abrir y cerrar de ojos para mantener la postura del automóvil independientemente de la superficie sobre la que conduzca.
California ofrece mucho en caminos sinuosos de montaña para ver cómo realmente se siente la DBX en la ruta. Después de algunos millas de caminos ondulados y amplios, comencé a comparar el DBX con el McLaren 650 y el Mustang GT500, ambos con caballos de fuerza similares. Pero tuve que recordarme a mí mismo que se trataba de un vehículo deportivo utilitario (SUV) de cuatro puertas. La potencia y el equilibrio de la DBX se pueden controlar con una perilla que ofrece opciones sobre cómo uno desea que se comporte el automóvil. Cuando cambié a Sport +, el DBX exigía tu atención al volante. Con una potente aceleración (0-60 en sólo 3 segundos), el excelente agarre de los neumáticos de 23 pulgadas y enormes frenos de seis pistones y discos cerámicos, el DBX te permite saber que hay una razón por la que este es el pace-car de la F1.
Hoy en día, Aston Martin es sinónimo de alto rendimiento y exclusividad. La marca ha vuelto a sus días de gloria desde que Lawrence Stroll tomó las riendas de la empresa. Las DBX todavía se ensamblan a mano una a una. Para este año sólo está prevista la fabricación de unas 3.000 unidades del DBX.
La personalización individual proporciona un nivel extra de lujo sobre ruedas. El interior luce piel de alta calidad y cada superficie ofrece una sensación táctil. El diseño interior me recordó a las sillas de montar de polo y a las delicadas costuras hechas a mano. La cabina está bien aislada y noté el grosor de las puertas, que tienen que construir de esa manera para mantener la rigidez y sujetar las amplias curvas de los propios paneles. Lo único que encontré en otro carro de la marca es la consola central, donde tienes todos los controles de pantalla, transmisión, modos, etc. Este paquete es el mismo que vi en la prueba de manejo del Vantage Coupe hace unos meses atras.
El Aston Martin DBX 707 ofrece una experiencia de conducción incomparable. Ya sea que navegue por las bulliciosas calles de Los Ángeles o recorra la pintoresca ruta Angeles Crest, el DBX 707 se desempeña con el aplomo y la precisión que esperaría del mejor auto deportivo. Hoy no tiene competidor. Es una fusión de tecnología punta sobre ruedas, artesanía exquisita y la exclusividad de poseer un Aston Martin. El DBX 707 no es sólo otro SUV de lujo; es una proclamacion sobre ruedas.