Por: Roger Rivero
La mayoría de los fabricantes cuenta con modelos de SUV compactos en su alineación, entre los que destacan los de Honda, Mazda y Toyota. En esta categoría compite el Mitsubishi Outlander, modelo que probamos esta semana.
Es difícil destacarse entre tantos competidores, pero el 2025 Outlander, si bien no está entre los mejores de su categoría, algunas actualizaciones recientes han elevado su prominencia, contando con equipamiento suficiente como para llamar la atención de quienes estén interesados en un SUV compacto. El Outlander es más grande que la mayoría de los competidores, siendo el único con tres filas de asientos en el segmento y viene respaldado por una de las mejores garantías de la industria.
No es secreto que Mitsubishi no es precisamente la marca que la mayoría de los compradores tiene en mente cuando busca un nuevo vehículo, pero aquí les comparto mis impresiones que tomé durante mi semana de prueba del Mitsubishi Outlander SEL.

















¿Qué hay de nuevo?
El Outlander recibió en el 2025 actualizaciones de estilo y varias características nuevas. El infoentretenimiento ha sido renovado e incluye un sistema de sonido Yamaha. También hay cambios en la suspensión para proporcionar un viaje más suave, además de material adicional para la cancelación del ruido, lo que hace el SUV más silencioso.
¿Cómo se ve desde afuera?
El diseño futurista frontal capta la atención y el propio fabricante afirma que el objetivo del exterior de Outlander es lograr una “presencia impresionante”. La parte delantera cuenta con una gran parrilla negra, similar a la que se muestra en algunas camionetas, lo que le confiere un gran peso visual, rematada en los flancos por grandes faros que le imprimen un aspecto algo abultado y sobredimensionado, en contraste con los detalles cromados afilados.
Es un diseño algo ocupado al frente, pero, para bien o para mal, resulta llamativo y eso es lo que cuenta.
¿Y por dentro?
Creo que el interior es uno de sus aspectos más sólidos, pues muestra una excelente calidad de fabricación y un buen uso de los materiales. Nuestro Outlander de prueba fue un SEL, seguido del Platinum, el más alto de la gama, y es difícil imaginar un interior mejor que este.
Los detalles y superficies interiores son de alta calidad, y el diseño luce moderno, respaldado por detalles interesantes en algunos acabados, como adornos con apariencia de fibra de carbono, y el volante forrado en cuero con costuras que encontramos por todas partes, incluso en el salpicadero. Los cómodos asientos delanteros, también forrados en cuero acolchonado con diseño en forma de rombos, a juego con los paneles de las puertas, son otro toque distintivo.
La segunda fila de asientos ofrece mucho espacio para quienes viajan allí, pero la narrativa cambia cuando analizamos la tercera fila. Justo es reconocer que el Mitsubishi Outlander es el único SUV compacto con tres filas de asientos, pero el espacio en ellas es muy reducido, lo que limita su uso solo a niños y, mejor, a los más pequeños. Por otra parte, los reposaderos de cabeza allí limitan la visibilidad y no es posible bajarlos, por lo que la única solución es retirarlos.
Por suerte, esta última fila de asientos puede plegarse a ras del piso, aumentando el espacio de carga a 30,6 pies cúbicos, que, cuando se utiliza este asiento, se reducen a unos minúsculos 10,9 pies.
Tecnología y seguridad
La nueva pantalla central de 12,3 pulgadas (31 cm), ubicada ordenadamente en el tablero, es una mejora notable respecto a la pantalla anterior de 9,0 pulgadas (22 cm), pero el avance no es solo en tamaño.
La pantalla es brillante y nítida con un diseño de software intuitivo y súper útil, con prácticos atajos para funciones de audio y otros ajustes, que no siempre encontramos en otros sistemas. Todos los Outlander ahora están equipados con Android Auto y Apple CarPlay inalámbricos, y en nuestro auto de prueba la conexión fue rápida y sin problemas.
Mención aparte merece el sistema de audio. El Outlander 2025 es el primer vehículo ofrecido en Norteamérica con un sistema estéreo diseñado por Yamaha que viene de serie en todos los acabados. Los ingenieros de Mitsubishi y Yamaha colaboraron en el diseño, que va mucho más allá de la electrónica, pues han programado ajustes de audio y de ecualización sorprendentes para cuando llueve o según la velocidad del ventilador del sistema de calefacción y aire acondicionado. Este es, sin duda, uno de los mejores sistemas de audio que he probado este año, y nos alegra que Yamaha haya comenzado a incursionar en esta categoría.
Las características estándar de asistencia al conductor incluyen advertencia de colisión frontal, frenado automático de emergencia hacia adelante y hacia atrás, detección de peatones, advertencia de salida de carril, asistencia para cambio de carril, monitoreo de la atención del conductor, monitoreo de punto ciego, alerta de tráfico cruzado trasero, sensores de estacionamiento traseros, faros automáticos de luz alta y una alerta para los asientos traseros.
¿Cómo se conduce?
La versión no híbrida del Outlander continúa utilizando el mismo motor de 2,5 litros y cuatro cilindros que produce anémicos 181 caballos de fuerza, sobre todo si tenemos en cuenta que su “masa corporal” es de 3,919 libras o 1,777 kilogramos. Esto, descontando el peso que los pasajeros podrían aportar si llegan a ocupar los siete asientos del SUV.
La transmisión continua o CVT tampoco ayuda y, aunque contribuye a mantener al Outlander en su mejor relación de potencia, le quita potencia al motor y hace que suene forzado, independientemente de la velocidad a la que conduzca. Es un apena que el motor sea tan flojo, pues en otros atributos de conducción, como la estabilidad, el balanceo corporal, la dirección y la suspensión, el 2025 Outlander merece elogios.
La economía de combustible tampoco es uno de sus fuertes, pues con 24 millas por galón o 9,8 litros por cada 100 km queda por debajo de la media de esta categoríade vehículos.
Si quiero uno, ¿por cuál me decido?
El Mitsubishi Outlander 2025 está disponible en cuatro versiones: ES, SE, SEL y Platinum. También tiene una opción híbrida recargable que no reseñamos aquí. Todos trabajan con el mismo tren motriz y los precios oscilan entre $29,645 para el modelo base ES y $43,145 para el tope de gama, el Platinum.
Nuestra recomendación sería la versión SE, que tiene un precio de $32,395 e incluye control de crucero adaptativo, tapicería de cuero sintético, asientos delanteros con calefacción y portón trasero eléctrico con manos libres, entre otras opciones.
¿Contra quién compite?
Entre otros SUV compactos, podemos mencionar el Honda CR-V, Nissan Rogue, Mazda CX-5, Hyundai Santa Fe, Volkswagen Tiguan, Kia Sportage, Toyota RAV4, Chevrolet Equinox o el Dodge Hornet.
¿Y dolores de cabeza?
En Estados Unidos, la garantía de Mitsubishi protege este modelo durante 10 años o 100.000 millas (160.934 kilómetros), lo que evidencia tranquilidad durante ese periodo de propiedad.
Concluyendo
Mitsubishi no se duerme en los laureles, y aunque a todas vistas necesita más extensión en su línea de SUV, que con solo 3 modelos adolece de la variedad de otros fabricantes, las mejoras introducidas en el 2025 a su producto más importante, el Outlander, demuestran que la marca cuanta con las ganas y el impulso necesario para incrementar su visibilidad.
Roger Rivero es un periodista independiente, miembro de NAHJ, la Asociación Nacional de Periodistas Hispanos, y de NWAPA, la Asociación de Periodistas Automovilísticos del Noroeste. Los vehículos son proporcionados por los fabricantes como préstamo durante una semana para fines de la reseña. De ninguna manera los fabricantes controlan el contenido de los comentarios.